Era noche de luna llena. Una luna que no se veía desde hacía años... Muy grande, redonda y muy brillante. Nos cogimos de la mano y escapamos. Cuando por fin estábamos solos me preguntaste:
-¿Quieres volar?
-¡Estás loco? ¡Es imposible volar!
-Eso es mentira, cierra los ojos y déjate llevar...
-¡Pero que vas a hacer?
-Tranquila, confía en mi y haz lo que te he dicho..
Entonces cerré los ojos. Montones de besos, caricias y suspiros... Nuevas sensaciones... ¿La más bonita? La de sentirse en las nubes, a tres metros sobre el cielo... Aquella sensación que te hace volar...
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